El mercado inmobiliario no es inmune, pero sí tiene un muy buen sistema inmunológico, es muy parecido a nosotros cuando estamos agripados, necesitamos tiempo y reposo, unos recurren inmediatamente al médico por medicinas, otros prefieren curarse a base de remedios caseros y atenciones familiares, lo importante para todos es aliviarse para volver a dar lo mejor de nosotros con nuestras familias y nuestros trabajos.
Quien tenga un sistema inmune fuerte sentirá poco los efectos de la enfermedad y se recuperará en menor tiempo, este precisamente es el caso del mercado inmobiliario, tiene una alta resiliencia ante las crisis al mismo tiempo que es un refugio seguro para el capital. Un ejemplo claro de esto lo estamos viviendo a causa del COVID-19.
No hay motivos para esconder lo obvio, muchos sectores empresariales se están viendo afectados a causa de la pandemia, y es cierto, no hay mercado que sea inmune a las crisis, la mayoría de estos mercados sufren más que el inmobiliario por tres simples razones, ofrecen servicios efímeros y productos que hoy no son de primera necesidad y a la larga no harán más que desgastarse y devaluarse, a diferencia de la tierra que con el tiempo adquiere valor incluso en épocas de crisis.
Page 1 of 1